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lunes, 27 de agosto de 2012

Comparación devastadora (para los valencianos)


"La Comunidad Valenciana es la autonomía donde, proporcionalmente, más se nota la crisis”, aducía hace escasos días un amigo en una conversación que manteníamos sobre la situación económica nacional. Él hablaba con la perspectiva de quien ha nacido y desarrollado su infancia en Castilla La Mancha, que ha estudiado en la Universitat de Valencia e iniciado su periplo laboral en territorio valenciano y que, hace más de una década, emigró a Aragón, comunidad en la que definitivamente parece instalado.
Andalucía y Canarias –autonomías que lideran el paro en España- siempre han sufrido penurias. En cambio, la Comunidad Valenciana, a principios de este milenio, incluso era calificada como la California europea. Todo el mundo tenía trabajo y se movía mucho dinero”, reflexionaba mientras yo le recordaba la tasa del 25 por ciento de desempleo que soportamos en la actualidad.
Él la comparaba con la aragonesa, que ronda el 15 por ciento, hasta diez puntos menos. También enumeró otra serie de factores que, desde luego, refrendan la devastación económica que sufrimos los valencianos. “La gasolina cuesto diez céntimos menos por litro en Huesca que en Valencia; además, pagamos seis puntos menos de IRPF”, señalaba tras explicar que su hijo está inscrito en una guardería pública –en este caso de Diputación- por cien euros al mes, comida incluida. El Ayuntamiento de la ciudad del Miguelete, para que el lector perciba la magnitud desoladora de la comparación, cobra 220 euros al mes en las escasas guarderías que pone a disposición de sus ciudadanos.

Un imputado (y parece poco)

“Y en todo Aragón tan solo contamos con un político imputado por corrupción”, concluía su desmoralizadora –para sus interlocutores valencianos- enumeración. No trataba de presumir de autonomía. Al fin y al cabo él reside por avatares de la vida en Huesca aunque se siente muy vinculado a la comarca valenciana de la Safor, donde veranea desde hace décadas.

martes, 21 de agosto de 2012

Agosto prolífico (en noticias)

Agosto está resultando un mes especialmente prolífico en noticias. Al contrario que en años precedentes –cada vez más lejanos-, la vorágine informativa no se refrena. Mantiene la vitalidad de los meses anteriores. Por desgracia, y salvo el inciso de los juegos olímpicos y el reconocimiento a muchos de nuestros esforzados deportistas que implican, esas noticias han resultado, en la inmensa mayoría de los casos, de amargo regusto.
Los incendios han vuelto a asolar nuestros bosques. Parecía que, en los últimos lustros, habíamos dejado atrás una de las lacras endémicas del verano. No ha sido así. Y tanto los incendiarios clandestinos e imprudentes como nuestras autoridades con sus recortes en prevención los han devuelto, como una maldición, a la actualidad.
Mejor que descansen
La limitación del descanso de nuestros gobernantes nacionales y autonómicos únicamente nos aporta más noticias negativas. Su trabajo revierte en disgustos para sus gobernados. Todos sus anuncios se centran en recortes, siempre bajo el eufemístico paraguas de que servirán para mantener nuestro estado de bienestar, aunque apunten hacia la dirección contraria. Dos de las empresas públicas valencianas más paradigmáticas y con más empleados (RTVV y CACSA) se están pasando este mes de agosto negociando con sus gestores –políticos devenidos a ejecutivos como por arte de birlibirloque- a cuántos trabajadores despiden.
La Conselleria de Educación, Formación y Empleo no da tregua en sus anuncios. Del tercero de estos departamentos seguimos sin novedades (no crea empleo), del segundo lo desconocemos casi todo, y del primero escuchamos un recorte tras otro que, como siempre y según subrayan cansinamente nuestros políticos, no implican deterioro de la calidad educativa. La última idea, que becarios saturados de trabajo y que ni siquiera cotizarán a la Seguridad Social impartan inglés en Educación Primaria. La propia Conselleria impulsando la precariedad. Hasta ese punto hemos llegado.
Umbral de la pobreza
No obstante, por encima de todas estas informaciones resulta especialmente tétrico el aumento de conciudadanos que viven bajo el umbral de la pobreza. La cifra se incrementa a un ritmo de un millón anual. Malviven cada día con su drama sin que, entre tanta tormenta informativa, nadie los resalte como noticia. Y, lo que resulta más triste, sin que nuestros responsables públicos parezcan preocuparse de su futuro. Mucho cuidado.

sábado, 18 de agosto de 2012

De Armagnac por Armagnac


La bastida en Labastide d´Armagnac

La definición más conocida de Armagnac hace referencia a una especie de brandy, destilado por alambique, con una tasa de alcohol que supera los 40 grados. Procede de cuatro cepas de uva destinada a vino blanco. Su nombre, de hecho, proviene de la comarca francesa en la que se produce, ubicada en la extensa región de Aquitania, que abarca desde parques naturales a amplio litoral.

Esta zona destaca por sus viñedos, por sus patos destinados al sacrificio en pos del foie y por las plantaciones de maíz para alimentar a los citados patos. Todo ello en un entorno de pueblos de aroma medieval por la posesión de bastidas, una especie de plaza central fortificada. Un buen ejemplo resulta Labastide d´Armagnac, pueblo que, en su denominación, suma el topónimo de la zona y su emblema de fortificación.

Imponente fortificación de Larressingle
Y si nos referimos a fortificaciones, Larressingle constituye el prototipo, pero del clásico. En su promoción turística lo destacan como el pueblo fortificado más pequeño de Francia y lo asemejan a Carcassone, aunque en miniatura. Menos turística e impresionante resulta, desde luego, pero con su encanto singular. Fuera de las almenas existe un museo de maquinaria de asalto a castillos medievales, con catapultas incluidas. Muy curioso.


Los cuatro (¿o cinco?) mosqueteros.
Incluido D´Artagnan, claro está
Fourcès o Lectoure suman más ejemplos de este encanto medieval en forma de bastidas en sus plazas centrales. Condom, en cambio, aporta su catedral y la estatua de los tres mosqueteros y de su prohombre, D´Artagnan. Sí, efectivamente, Dumas lo ubicó en la región, en concreto en Auch. Porque, también afirmativo, nos encontramos en la Gascogne francesa.


Y, como Francia destaca, entre otras cuestiones, por el encanto de sus mercados callejeros, en esta zona el visitante puede disfrutar del sabatino de Roquefort. Quesos de todo tipo, frutas, embutidos y, por supuesto, foie.

Castillo de Milleton


Cuarto de baño para huéspedes del castillo de Milleton

Como alojamiento, el señorial castillo de Milleton, en el municipio de Gabarret. El matrimonio que lo ha heredado está porfiando por su rehabilitación. Mientras, alquila habitación más desayuno con dosel en la cama, cubertería de plata y una serie de detalles que retrotraen en el tiempo en este tranquilo paraje boscoso y cerealístico.


Y como he empezado con el Armagnac licor, en la bodega L´Esperance, muy cerca de Labastide, ofrecen visitas guiadas para explicar la compleja y delicada elaboración de esta bebida emblemática. Por supuesto, con completa degustación final. Por tanto, se puede ir de bodegas, de cata de Armagnac, por Armagnac.
Antigua máquina alambicada para destilar el licor
y de donde deriva el Armagnac

martes, 14 de agosto de 2012

Turismo: objetivo colectivo

Llegaron hasta la bodega para adquirir su excelente caldo, bautizado como Latente. Tenían la mejor referencia: la de la propia experiencia. Se la toparon cerrada. Preguntaron a un operario de una cercana industria y este les remitió a un restaurante donde el bodeguero acudía con frecuencia. Nos situamos en un pequeño municipio de La Rioja, en Albelda de Iregua. Sus habitantes se tienen perfectamente identificados unos a otros.

Albelda de Iregua. Foto todopueblos.com
Interesados por el vino, nuestros protagonistas se desplazaron hasta el restaurante. Allí el propietario les dijo que el referido dueño de la bodega acababa de marcharse. No obstante, raudo sacó el móvil del bolsillo izquierdo del pantalón que vestía y llamó al afectado advirtiéndole de que una pareja le buscaba para comprar vino. El bodeguero respondió que se trasladaba ipso facto a su inmueble y que los posibles adquirentes acudieran allí, que él les aguardaba.
Así fue. Y la gestión colectiva llegó más lejos. La intención de compra no se limitaba al vino. Los turistas también querían embutido de la zona. Consultaron al bodeguero. Este, tras reflexionar sobre las posibilidades, les habló de una carnicería en un municipio cercano. No obstante, estaría a punto de cerrar sino lo había hecho ya. Nos adentrábamos en las dos y media de la tarde. Ante la duda, primero telefoneó a su esposa con el fin de cerciorarse. Para más seguridad incluso llamó al carnicero, que le confirmó el inminente cierre matutino aunque se mostró dispuesto a esperar a los interesados.
Estos tardaron cinco minutos en franquear la puerta de la carnicería, donde se hallaba su titular. Amable y eficiente, Eduardo Sufrategui les aconsejó y suministró deliciosos productos de la zona. Con una sonrisa y un precio más que razonable, al igual que había ocurrido previamente con el vino. Para cerrar el círculo desde allí se trasladaron hasta el restaurante Don Cosme, que había dado pie a la compra de vino y embutido. De este último lugar, por cierto, también salieron satisfechos.
Esta historia real la narro para demostrar la importancia de la implicación de toda una comunidad en atender a los visitantes y turistas. Primero, por cordialidad humana, y segundo, por interés colectivo. Los diferentes propietarios de locales que aparecen reflejados en esta historia trataron con dedicación y eficiencia a la pareja. Al final, cada uno salió beneficiado con un pequeño ingreso. Incluso el del restaurante. De no acudir hasta allí para preguntar y haber sido atendidos con diligencia, sin esperar nada a cambio, no hubieran vuelto. Así, además, todos logran que los visitantes retornen y recomienden sus respectivos negocios.
Columna publicada en diariocriticocv.com

viernes, 10 de agosto de 2012

Siria

Como simple ciudadano de a pie el calvario que soportan los sirios me resulta inasumible. La visión de las escasas imágenes que nos llegan y, sobre todo, la lectura de las crónicas de los corresponsales reflejan el desamparo en el que vive la población y la dejadez de la eufemísticamente llamada ´comunidad internacional´.
Siria ha vivido durante décadas atenazada por un régimen que controlaba la respiración de sus ciudadanos. También por un gobierno despreocupado por la escasez de recursos de millones de habitantes a los que tenía humillantemente sometidos. Hasta que han estallado.
Por desgracia, sea cual sea el desenlace, esta guerra hundirá más si cabe la economía nacional. Recuerdo a las múltiples familias que habitan entre los restos romanos de Bosra, con su imponente teatro. Por restos de calzadas milenarias transitaban con sus mulas repletas de fardos. ¿Qué habrá sido de ellas?

Teatro romano de Bosra (foto de panoramio.com),
 uno de los preciados vestigios del pasado que pueblan la ciudad
¿Y de qué vivirán los mercaderes del increíble zoco de Damasco? La originalidad de sus productos, el encanto de sus callejuelas, resultan imposibles de olvidar. También el delicioso sabor del zumo de granada. Evoca, como toda la ciudad en sí, el encanto de una urbe milenaria que ha superado un sinfín de adversidades.
Saladino la personifica. Damasco custodia la tumba del mítico reconquistador de Jerusalén, con un erguido busto que transmite firmeza y nobleza a la vez. Sin rencor contra sus rivales cristianos. Como el que trasladaban los damascenos. De ahí que les doliera –y así lo relatan- la falta de respeto de un soldado británico que arremetió, el pasado siglo y en la época colonial, sin escrúpulo contra este monumento.
Rosa Regás, en su embriagador libro ´Viaje a la luz del Cham’, refleja a la perfección la esencia del pueblo sirio. Ojalá que la feroz contienda que lo asola no acabe con ella. Deseo fervientemente poder visitar, dentro de unos años, Alepo o la fortaleza del Krak de los caballeros y comprobar que los sirios han superado un reto más que les ha impuesto el destino y que han resurgido, con fuerza, de sus cenizas.